lunes, 7 de octubre de 2013

CRÓNICA DE UNA PRESENTACIÓN ANUNCIADA

Hola, gente, os prometí que a mi vuelta a Salamanca, os contaría como había ido la presentación en Alcorcón de mi novela, que se realizó en un evento de Editorial Universo junto a siete libros más y el adelanto de otros que estarán para próximas fechas. Así que... vamos por partes.

Sábado, 28 de septiembre de 2013
Mi hermana, Liliana Galvanny y yo recogemos la habitación del hotel (ya que debemos abandonarlo), dejamos las maletas en recepción y bajamos a desayunar a una cafetería cercana.
Cristina llega tiempo después junto a varias personas importantes para el evento y algunos autores van llegando, reuniéndonos en la recepción del hotel.
Cuando estamos todos los que debemos estar, nos dirigimos a un hotel de Alcorcón donde dejamos nuestras maletas y nos dirigimos hacia Los Reyes Majos, bar donde va a tener lugar el evento.
Allí aprovechamos a comer y empezamos a preparar las cosas. Hay gente que llega muy temprano y deben esperarse un poco hasta que todo está listo, entre esas personas, vislumbro a algún conocido y  amigas mías.
Entre preparativos y saludos a diferentes personas, algunas no conocidas más que a través de Internet, llega el momento de comenzar el evento.


Las presentaciones fueron muy interesantes, sobre todo porque Antonio Sánchez, autor de Zona Catástrofica, que se presentó en el evento, es todo un showman y con micro en mano, amenizó y llenó de sonrisas la velada. 

Yo presenté tras la parada para la merienda, junto a Liliana Galvanny y su novela Claroscuros, y La Dama y su libro Laberinto de engaños.
Tengo que decir que para ser improvisado (no me gusta improvisar), no me salió tan mal como esperaba y conté un poquito de lo que podrían encontrarse en Yo no debería estar aquí.


Además de mi libro, en el evento se pudo comprar la pulsera de Maya y las mochilas de las señoritas, estas últimas adelanto de la siguiente novela, que pondrá fin a la saga. Las ventas de libros y merchandising comenzaron bastante bien, así que no puedo quejarme. Se pasaron todos mis amigos que pudieron, conocidos y algunas personas inesperadas. Firmé (con una letra pésima, no sé qué me sucedió ese día) todos los ejemplares y, en definitiva, fue una tarde muy agradable.